un grande de verdad
Daniel Dorfman es un amigo muy presente aún en Almagro y en el básquet esperancino en general. Tal cual corresponde a nuestro pensamiento deportivo, especialmente de aquellas figuras que fueron del ambiente, sentimos que no deben pasar al olvido cuando ellas han dejado buenos recuerdos. Requerimos a Daniel una síntesis de su carrera y estas fueron sus conclusiones que hoy disponemos para nuestros seguidores, de lo cual destaco la sincera emotividad de su forma de transmitir las palabras: “Empecé a jugar al básquet a los 5 años siguiendo un poco a mi hermano mayor. Escuchaba que hacía un nuevo deporte y yo también quería probar. Mis primeras prácticas las hice en Rivadavia Jrs pero muy rápido nos fuimos a Unión de Santa Fe. Ahí tuve la suerte de toparme con dos fanáticos del básquet como Carlos Delfino y Gachi Ferrari quienes me transmitieron su pasión, su amor por el deporte. En esos años soñaba con jugar en la Selección Argentina y mis espejos eran Miguel Cortijo, sobre todo, y Gaby Darrás. Consumía todo lo que se podía conseguir de material, la revista “Encestando”, algún vídeo que traía Gachi, y no imaginaba otra cosa que jugar. Tuve la suerte de estar en algunas selecciones de Mini y guardo gratos recuerdos de los viajes y torneos que me tocó participar. Muchos de los lugares que conocí lo hice a través de esos viajes. Más tarde tuve de “profe” a Marcelo Barovero, acaso la persona que más influyó en mi carrera deportiva y personal. A él seguí para mi posterior paso a Macabi y me acompañó hasta la llegada a 1era División, si bien tuve otros grandes entrenadores como Fabio Demti. Me pasó allí, en Macabi, una de las cosas más lindas de mi carrera que fue jugar con mis hermanos. De allí salté a Gimnasia y Esgrima que es hoy mi casa y el club con el que más identificado me siento. Ahí además de jugar, me abrieron las puertas para otras de mis pasiones: ser entrenador. Empecé con los más pequeños y pude ir creciendo hasta ser en la actualidad el entrenador de la Primera División. Otras de las etapas lindas mi vida deportiva tiene que ver con las posibilidades de jugar competencias de Liga. Mi primera incursión fue en los años 1998-99 con Colón. Se formó un equipo humilde pero eficiente que terminó consiguiendo la clasificación al Hexagonal Final, eliminando a un poderoso Alma Jrs. La siguiente invitación me llega cuando no lo esperaba a través de Carlos Marcuzzi y Ricardo De Cecco para sumarme a Almagro. Querían mejorar algunos lugares en el equipo para intentar ascender. El año que viví en Esperanza fue maravilloso, tanto en lo deportivo como en lo humano. Formé parte de uno de los mejores equipos que integré en mi vida, pero fundamentalmente integrado por grandes personas: Leo Spies, uno de los grandes amigos que me dio el básquet, José Azuaga, Mauro Negri, Javier Giletta, “Pekeko” Suárez, “Jony” Vrancken, Pablito Goddio, juveniles como Oreggioni, Rossler, “Monchi” Pascal. Fenómenos como “Seba” Andreoli o Andrés Marcuzzi, Martín Barlasina y algunos que nos acompañaron en la etapa final como “Fer” Re, otro de los grandes amigos, y el salteño Ramiro Díaz Cuello. Tuve la suerte y el honor de ser dirigido por Ricardo y coronarnos campeones con “Chiquito” Rippstein. De la dirigencia guardo mis mejores recuerdos: de toda la familia Marcuzzi, Pruvost, “Palo” Goddio,etc. Me trataron con un respeto y cariño difícil de olvidar. Que mi nombre forme parte de algún registro en la increíble y gloriosa historia de Almagro es una de las cosas más lindas que atesoro. La vida deportiva me hizo a pasear por otras experiencias y otros lugares donde pude seguir disfrutando de jugar y hacer amigos. No pude llegar a la Selección Argentina pero no fue por no haberlo intentado. Pude jugar, conocer lugares amigos que me ayudaron a ser mejor persona y creo que esos logros son más importantes que los trofeos y medallas. Unos sirven para estimular nuestro ego, los otros para recordarnos todo el tiempo quiénes somos y no desviarnos del camino”. // Creo que no hace falta agregar nada a todo lo bueno que nos dejó Daniel en estas líneas. Estas son las cosas que nos interesan fundamentalmente reflejar de la trayectoria de los deportistas, y creo que en Dorfman está latente. Para él nuestro agradecimiento y la plena convicción de haber acertado en pedirle que nos acerque un poco de su historia. Estas actitudes no son algo sencillo de encontrar pero, afortunadamente con este buen tipo no falló mi intuición, de nuevo gracias. José López
No hay comentarios:
Publicar un comentario