No estuve en el partido Alma Juniors – Almagro por lo cual no puedo explicar cómo fue su trámite. Además, hacer periodismo solamente de resultados no está entre las mejores cosas de este oficio de contar o comentar, cada cual que ubique el término de su preferencia. Siento que 98 a 59 es un despropósito que habla de dos realidades tan dispares sobre lo cual no caben análisis ligeros. No es un reproche para nadie, pero creo que decirlo me sirve para evaluar, en lo personal, que el pesar o la alegría de uno y otro en tales condiciones, solo merece reflexiones. Decía del resultado que hoy “infla” a una institución y deja mal parada a la otra deportivamente, para ir al pensamiento de un aficionado que me confió su dolor (antes del partido) y pesadumbre, ante la ausencia de un clásico de aquellos de no mucho tiempo atrás, donde la lucha entre las divisas tenía cierta equivalencia. No sabemos si algo de eso volverá, pero está en el pensamiento de los dirigentes, rescatar algo del esplendor de tal época, es necesario que se revierta esta situación para que el básquet de la ciudad “reviva” en la plenitud de sus posibilidades, por lo que ha quedado escrito en su historia. Por José López.
No hay comentarios:
Publicar un comentario