Viernes por la noche, 21.30, casi hora del comienzo para el debut anticipado de Almagro ante San Justino, y estalla el cristal del aro (oeste). Incertidumbre y rápida reacción de la gente del club que contactó con los “primos hermanos” de Castelli y Alberdi para no perder la noche y el viaje de los de San Justo, utilizando el Enzo Scocco solitario. Allí entonces se jugaron cinco cuartos de 15’ corridos de “entrecasa” pero poniendo el mismo ímpetu de un compromiso por los puntos. No hubo tablero de puntos ni se sumaron los goleos en la informalidad del partido que tuvo encuentros muy alentadores para la gente de Almagro y donde el nuevo técnico, Manuel Giangrasso, movió el banco sin excepciones aprovechando la ocasión para conocer más a sus muchachos. Cuando dije encuentros me refiero a jugadas técnicas de buena factura, Gustavo Bianchi anulando muchísimo ataques, la mano “caliente” de Fontanita, la joven veteranía del “Peke” Suárez apoyando con palabras a su compañero de base, del mismo modo actuó Fernando Tocci cuando estuvo en el banco, una buena forma de lograr una conjunción adecuada entre mayores y menores para el progreso del equipo. Se lo vio bien a Almagro y a su técnico dando las instrucciones precisas para no desaprovechar nada, ni siquiera en este amistoso, que había que capitalizar como rodaje de cara al inicio del torneo de la A2 del Asociativo que iría el jueves en el Nido ante Kimberley, de no mediar nada en contrario. Por José López