la nota olvidada

No se cómo fue pero lo que el negro me envió lo traspapelé y fue historia, por eso me puse a pensar en la trayectoria de este "viejo Roy" que rejuvenece en cada encestada y no tengo dudas. La camiseta puede variar y estoy seguro que alguna será de su preferencia pero a esta altura creo que su corazón es del básquet, del juego bendito que lo parió para gozo de las hinchadas sea cual fuera. Cuando un jugador es todo arte, porque el deporte es arte y no me vengan con boludeces, sino cómo se calificás esas jugadas que este "bandido" de los trapecios y cualquier rincón del parqué se manda en complicidad con sus compañeros de turno. Yo no sabría decir donde puso su mejor firma, esa rúbrica de Campeón que ha visto pasar técnicos, jugadores, aguateros, aficionados, presidentes, utileros, bolicheros y papelitos al viento para que el siga firme con la americana haciendo diabluras siempre con una sonrisa, aunque el rival se muera de la bronca. Porque he visto a jugadores contrarios mirarlo de reojo para copiar algo de su destreza cuando para tener "el ángel" que el Roy tiene, hay que nacer con alas viejo. No digas no, te lo ruego y un día, si no lo viste jugar aún, date el gusto de ver a este muchachito veterano pasándoles el plumero a quien esté por delante y tenga la altura o la chapa que tenga. Te lo recomiendo, jaj, no te arrepentirás y querrás volver a verlo cada vez que puedas, no me cuesta decirlo ni tengo dudas de lo que digo, sino pasame otro dato, men. (José López)